TRIATLON DE INVIERNO REINOSA 2014 - CAMPEONATO DE ESPAÑA
El primer objetivo de la temporada era correr el campeonato
de España de Triatlón de Invierno, una disciplina, que aunque parezca estráño,
no he realizado nunca. Se celebro el pasado sábado en la localidad cántabra de
Reinósa.
Para mi la competición no empezó el día de la prueba sino dos
días antes, cuando llame a la estación de Alto Campoo para reservar el alquiler
del equipo de ski de fondo y me dijeron que no tenían. En esos momentos me dije
para mi mismo, pues los alquilo en Madrid y solucionado. Sino es porque en toda
la capital del reino no hay ninguna tienda que alquile esquíes de fondo. Pues
no me queda otra que irme de tiendas el jueves por la tarde como un loco, buscando
el equipo; no iba a dejar de ir a la carrera por este gran inconveniente. Finalmente, logre hacerme con un material bastante majo. Problema finiquitado.
Los días previos comente que el día antes de la carrera iba
a ser más duro que le propio dia “d” (luego me di cuenta que no fue así).
Salimos los tres integrantes de CTOA convencidos de pasar un gran fin de semana, pero con la duda del
tiempo que nos iba a acompañar, un sin parar de ver las previsiones
meteorológicas.
Con un sol reluciente llegamos a Reinosa, nos instalamos en
el hotel y subimos a la estación de Alto Campoo con la intención de visionar el
circuito de ski de fondo (disciplina la cual menos dominamos). Inhumano es
poco, una subida continua de 1,5 kilómetros aproximadamente (y en peralte) y
con la consiguiente bajada (ojo lo peligrosa que estaba la bajada). Pues, esto
tres veces. Todo sea cierto, nos acojonamos tanto que no hicimos ni 500 metros
del recorrido. Recogimos los bártulos, comentamos la jugada con otros
participantes que por allí se encontraban y retorno al hotel.
Pocas veces acudo a una charla técnica de una carrera, pero
en esta tenía especial interés por saber si me iban a descubrir algo nuevo.
Pues bien, lo único que saque en claro es que a los triatletas de élite les parecía una “ broma ” el circuito de ski
de fondo (imaginaos al resto que sabemos esquiar muchísimo menos). Pero es lo
que hay, si lo quieres bien y sino te vuelves para casa. Yo tengo que decir que
el día antes de la carrera no lo vi tan peligroso como el mismo día de la
prueba (debió de ser porque ya llevaba 2 horas y cuarto cuando empecé el ski de
fondo).
Duermo más o menos bien, me encuentro descansado y preparado
para afrontar el reto. Preparo todo el equipaje y salgo hacia los boxes.
Colocamos nuestros enseres en el correspondiente numeríto y calentamos un poco
por el circuito. Mientras nos disponemos a esperar nuestra salida el cielo
comienza a soltar agua. No pasa nada, estoy preparado para que nada ni nadie me
ahoge la fiesta. Los diez kilómetros de carrera a pie discurren de forma llana
por el centro de Reinosa, ya no estoy acostumbrado a correr por asfalto y por
eso, igual lo disfrute más. Me gusto mucho correr por estas calles bajo un la
lluvia, el granizo y un radiante sol. Degusto estos primeros compases del
triatlón a un ritmo demasiado lento para lo que estoy acostumbrado pero lo
prefiero así, que sino luego viene el tío del mazo y me da.
Llego a la transición, donde tengo previsto cambiarme de
guante. En que momento, con los dedos mojados no me entran. Pienso salir sin
ellos, pero recapacito, veo que es una locura y continuo con la ardua tarea de
introducir mis dedos en los guantes. Mientras veo como el resto de
participantes van saliendo sin la mas mínima misericordia.
Los primeros 18 kilómetros del segmento de bici trancurren
por un falso llano, que se convierten en una falsa subida provocada por el
viento en contra que padecemos. Menos mal que llego a la altura de otro
participante que se releva conmigo hasta el comienzo real del puerto. En este momento
me encuentro bastante bien y decido dejar su compañía para realizar el ascenso
a mi ritmo. Las rampas de este puerto no son muy duras pero con el viento en
contra se ve multiplicado el porcentaje. Esto me favorece, voy crecidísimo
porque veo como kilómetro a kilómetro voy pasando a bastantes participantes. Todo va perfecto, estoy disfrutando de lo lindo. A falta de 3 o 4
kilómetros para la segunda transición, se acentúa el viento acompañado por
nieve. Vamos ni en mis mejores sueños, cuanto más duro mejor me lo paso. Ya he
coronado. Solo me quedan unos 800 metros de bajada para dejar la bici. La cosa
se complica y mucho, no consigo abrir los ojos, la carretera tiene bastante
nieve. Lo estoy viendo me la voy a pegar. Consigo medio abrir de vez en cuando
medio ojo para atisbar si voy por buen camino y finalmente resuelvo el entuerto
como buenamente puedo. Uff, he pasado más miedo que vergüenza.
Llego a los boxes, transito por ellos de forma rápida paro
lo inexperto que soy en esta competición. Voy de menos a más, tengo unas ganas
locas de ponerme los esquíes y empezar a adelantar a competidores. La nieve
esta mucho mejor que el día anterior, todo se pone de mi parte para disfrutar
de un final de carrera apoteósico. Pero las cosas se empiezan a complicar, la
ventisca se acentúa y tengo que ir parando para protegerme la cara. Pero ni el
frío que llevo en las manos ni el insoportable viento que nos azota va a poder
conmigo. Cuando llego al bucle donde tengo que dar 3 vueltas hay mucha densidad
de participantes lo que hace que no se pueda avanzar con “facilidad”. La cuesta
no se termina nunca, mis piernas empiezan a no saber gestionar el esfuerzo (o
mejor dicho, yo), se empiezan a quedar rígidas. Pienso para mis adentros que ya
se me pasara. Mientras asciendo a paso tortuga me voy cruzando con
participantes que bajan y caen, en un momento no se cuantos se han caído
delante de mis narices. La bajada es peligrosísima. Mis cuádriceps empiezan a
decir basta .Y pienso si tengo las piernas tan mal, tengo que bajar por esa
bajada. La ecuación me sale a piña nada mas empezar a descender, y de las
gordas. Sin pensármelo dos veces, me aparto del carril, me quito los esquís y
pongo fin a mi aventura en este triatlón de invierno.
Sin duda alguna (bueno siempre que te retiras de una prueba
te queda una minúscula duda de si podría haber llegado al final) creo que tome
la decisión acertada para mis condiciones físicas. Ni técnica ni físicamente
estaba preparado para bajar por esa pista sin caerme y hacerme mucho daño.
Eso sí, el triatlón de invierno me ha ganado una batalla
pero no la guerra. Lo seguiré intentando hasta que consiga terminar uno.
Realmente es una disciplina espectacular.
VIDEO TRIATHLON TRAILRUNNING
No hay comentarios:
Publicar un comentario