Zetas Pedriza - Abantos

Falta menos de una semana para que dispute dos de los grandes objetivos de la temporada: 

25 K - Kilian Classic (carrera de montaña de 25 kms. en la localidad francesa de Font - Romeu )

Triatlon Olímpico del Altriman (triatlon durisimo en la localidad del pirineo frances de Les Angles )

Durante el último mes me he dedicado a llenar el deposito, abstinencia total de competiciones, algo que para mi ha sido muy dificil porque me gusta apuntarme a un bombardeo. Pero esta temporada he decidido hacer pocas carreras y muy duras. Para ello, en las últimas semanas he aprovechado para entrenar en la sierra de Madrid, como habeis podido comprobar a traves del blog.

A continuación os voy a contar alguno de los ultimos entrenamientos.

La Pedriza nos tuvo como invitados la semana pasada (en esta ocasión tuve compañia y de la buena, se deja la piel cada vez que entrenamos juntos). Tras dos horas de MTB subiendo las zetas, nos apresuramos a subir - bajar corriendo al Yelmo para poner a prueba la rodilla (la cual me lleva dando la lata toda la temporada estival tras someterla a un verdadero suplicio en invierno). Por cierto, no os habeis encontrado nunca con alguien, que no te conoce de nada y te dice " pues por el lado que yo he subido es más duro que por el que vosotros venis ". Y, a mi que más me da (esto cuando llevas subiendo sin parar durante una hora y media).

Hoy, he cambiado de zona de entrenamiento, me he ido al Escorial. Desde donde he ascendido al monte Abantos con la MTB (por las zetas, parece que todas las montañas tienen estas curvas), me he perdido por algún que otro cortafuegos y vuelta, para finalizar con 4 horas dando pedales.
Esta era la segunda vez que subia al monte Abantos, la primera coincidio con la Vuelta Ciclista a España. Imaginaos, este día se decidia la carrera con una cronoescalada y yo sin quererlo ni beberlo casí me hago con el protagonismo de la misma (vamos tan solo por unos 10 cms.). Un tal Roberto Heras, a la postre ganador final de la ronda española, se disponia a terminar su calentamiento previo a la salida, bajando por las últimas rampas del puerto cuando de pronto un chavalito inesperto perdio el equilibrio sobre su bicicleta, quedandose a escasos 10 cms. de impactar contra el futuro ganador. El ciclista alucinaba con el susto que le metí. Eso si creo que no fue suficiente para que perdiera.

Dentro de unos días, os contare mis experiencias en las montañas galas.