viernes, 8 de noviembre de 2013

TRAIL KM VERTICAL MOSQUITERU 2.013

TRAIL KM VERTICAL MOSQUITERU 2.013

En esta ocasión decido hacer la carrera integra (6 km de distancia y 1 km de altitud), para ello salgo del pueblo de Arreondo (autodenominado "Capital del Mundo", por lo menos eso es lo que pone en la fachada del ayuntamiento) a las 7.00, voy callejeando para encontrar el camino, cuando de pronto oigo que alguien esta abriendo la puerta de su casa, veo que es mi ocasión para que me indique por donde debo ir, saludo cortesmente a la señora que se acaba de caer de la cama. Lo que tendría que haber sido una indicación sin más se convirtió en un verdadero rompecabezas, porque tras decirme por donde tenia que ir me dejo una coletilla que me hizo pensar en sus palabras toda la ruta, "a quien madruga dios le ayuda o se cae ", yo no soy supersticioso pero esto me hizo recordar una vez que fui a esquiar y nada más empezar dije " a ver quien es el primero que hace uso del seguro médico....y me pegue un trastazo que termine siendo evacuado al centro médico. Tras el "mal augurio de la señora me propuse no caerme bajo ningún concepto, algo que conseguí llevando un ritmo de bajada más lento que el de costumbre (quería vencer contra el mal fario y lo conseguí).

Después de tres kilómetros de ascenso por asfalto consigo poner mis pies sobre terreno amigo, lo que viene siendo tierra, piedras, barro, cesped ...; subo por una pared vertical bastante empinada mientras espero con ansia el amanecer. Una vez arriba se puede ver la cima del Mosquiteru, a la cual tengo que aproximarme por una pista forestal  bastante bacheada. Mi mente se empieza a rayar porque no estaba preparada para ir a subir un kilómetro vertical y encontrarse con la mitad del recorrido de asfalto, pistas forestales, etc (me lo había imaginado en forma de sendero serpenteante  a lo largo de la ladera de la montaña).
Continuo, menos mal que continué (estuve a punto de darme la vuelta porque no era lo que yo había ido buscando allí) por la pista forestal hasta que el camino se convierte en un precioso sendero de piedra que surca unos impresionantes paisajes karsticos. Estoy literalmente alucinando, lo que tenía escondido esta montaña y me lo quería perder. 
Para llegar a los últimos 500 metros, no hay nada como que te pongan una alfombra de cesped (salteada de vacas) tras pisar de piedra en piedra durante unos cuantos cientos de metros (los días anteriores había leído en internet que tendría que agarrarme al cesped para no rodar hacía abajo cual queso, pensando para mis adentros que no sería para tanto). Me encaro a la montaña, me quito la mochila (por aquello de aligerar), me lanzo a subir una de las mayores pendientes a las que me he enfrentado con el reto de no parar de correr hasta que alcance la cima. Me estoy dosificando, todo va bien hasta, que dejar de ir bien y me empiezan a arder los cuádriceps. Mala señal puesto que metros más arriba tengo que claudicar para empezar a andar pendiente arriba, pero no acaba aquí la cosa sino que tengo que agarrarme como un gato al cesped para no perder lo que he ganado. 
La cumbre del Mosquiteru me premia con unas espectaculares vistas de los valles más próximos.

La bajada no revistió mayor complicación que la que me supuso recoger la mochila de entre las vacas que pastaban tranquilamente por sus proximidades y reventarme la rodilla por bajar como un cohete los tres kilómetros de asfalto.














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